Caminar por la calle un día un día nublado. Mirar hacia el cielo y ver a lo largo del brazo de un semáforo cinco palomas apoyadas haciendo contraste con las nubes grises y blancas.

Iba a comprar tabaco, no cogí la cámara…

¿Es arte la fotografía?





A estas alturas todos hemos oído hablar del robo en el Monasterio de la Chartreuse de Aviñón. Cuarenta fotografías que formaban la exposición Milagros y co. por Joan Fontcuberta
Al parecer los ladrones tuvieron que saltar una tapia, desconectar las alarmas, e introducirse en el interior del centro, donde estuvieron alrededor de una hora, ya que sacaron las imágenes de sus marcos y volvieron a colocarlos en la pared tal y como los habían encontrado.
Aquí, nos encontramos con dos posibilidades:
-Posibilidad de un engaño del propio Fontcuberta debido a la fama que le precede por historias como la de Sputnik
-Un verdadero robo.
La policía señala que debido al hecho de que en la sala se exponían dos muestras y solo se han llevado una de ellas, ha debido ser un robo por encargo. Lo cual desconcierta, ya que el mismo Fontcuberta reconoció que, la persona interesada en estas fotografías, ha debido gastarse casi mas dinero en organizar este robo que en haber comprado legalmente las imágenes.
Pensando en el posible “ladrón” debe ser una persona adinerada y con una afición bastante considerable hacia el campo de la fotografía, o lo que estaría mejor decir, con una adicción bastante considerable.
Esto, por otro lado, resulta muy interesante y de gran valor, ya que con ello se demuestra, que la fotografía se está convirtiendo en algo lo suficientemente importante como para obsesionar a un espectador. La fotografía es valorada enteramente como ARTE.
Las imágenes perdidas, son una serie de copias numeradas e irrepetibles o al menos así deben ser, siempre y cuando Fontcuberta respete su “honestidad como fotografo”. Lo cual, quiere decir que por un lado, no deberían de ser vistas otras fotografías iguales a las que se han hurtado a no ser que éstas sean recuperadas, y por el otro, si todo esto es un engaño, éste señor, está poniendo en juego la honestidad de la que estamos hablando.
Fontcuberta, a pesar de todo y por lo que me han contado, parece ser un tipo serio

Roger Guaus



Sant Martí Sarroca (Barcelona),1972
Su trabajo se basa en la experiencia personal y el diario íntimo. Sus imágenes se basan en sus encuentros y experiencias y describen aquellos momentos que el autor vive en primera persona, momentos que forman parte de él y que de alguna manera le pertenecen.
El conjunto de su trabajo consiste en elementos tanto narrativos como descriptivos que permiten que el espectador realice una interpretación totalmente abierta de su obra.
En este marco, realiza trabajos como Paris et moi (2005), Reeling (2006), Arles (2005-2007), Hunter Hunter (2005-2008), Résidence Marseille (2009) y Rooted- Arrelat (2005-2010).Su obra ha sido expuesta en diferentes galerías, festivales y ferias en Europa, Estados Unidos y América del Sur. Es miembro fundador del colectivo Smoke junto con otros seis fotógrafos europeos con quienes ha participado en un muestreo de su trabajo en Francia, Bélgica, Alemania y Canadá.




Graciela Iturbide (16 de mayo de 1942, Ciudad de México, México) es una prestigiosa fotógrafa mexicana que obtuvo el importante premio Hasseblad de fotografía durante el año 2008.
En 1969, inicia sus estudios en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México,, lugar donde comienza su carrera en el mundo de la imagen, al realizar una película sobre la vida y obra de José Luis Cuevas.
Posteriormente fue asistente del fotógrafo Manuel Álvarez Bravo. Un tiempo después vino la repentina muerte de su hija de seis años y su vida cambió radicalmente. Graciela convirtió definitivamente la fotografía en su profesión, Haciendo una especie de documental sobre el general golpista Omar Torrijos en Panamá.
Posteriormente el pintor Francisco Toledo la invitó a Juchitán (Oaxaca,
México), donde realizó su primera exposición individual.
A partir de ahí…
Premios
1986 Premio Organización Internacional del Trabajo de la ONU por su portfolio El empleo a su carencia
1987 Premio Eugene-Smith en fotografía humanitaria
1990 Premio Internacional Hokkaido (Japón)
2008 Premio Hasselblad
Exposiciones individuales (Selección)
1980 Casa de Cultura de Juchitán (Oaxaca, México)
1982 Centro Pompidou de París
2000 Museo de Bellas Artes de Argentina

Christine Spengler


Una de las fotógrafas de guerra más importantes de la segunda mitad del siglo XX
Desde niña, siempre había pensado que sería escritora, hasta que llego a los 23 años y descubrió su otra vocación. Esto ocurrió en El Chad, adonde había llegado con su hermano Eric desde París, alejándose del dolor que le había causado la muerte de su padre. Presenció el ataque de los rebeldes “tubus” a los helicópteros franceses. Tras esto, los hermanos fueron acusados de espías, encerrados en la cárcel y finalmente expulsados del país. En ese momento fue cuando decidió que quería ser corresponsal de guerra, en un intento de dar testimonio a las causas justas y también plasmar los horrores de la guerra. Para ello, necesitaba algo mas que la escritura, y eligió la captación de imágenes, las cuales podían describir mucho mejor lo que se estaba viviendo.
La fotógrafa se considera totalmente autodidacta, no cree en las escuelas ni en la enseñanza de la fotografía. A su juicio, hacen falta tres requisitos fundamentales para ejercer la profesión: valor, ternura y saber mirar.
Tiene una larga trayectoria pero destaca su cobertura fotográfica en Chad, Camboya, Vietnam, Norte de Irlanda , Líbano, Irak y Afganistán.
Premio Faroni 2002
En junio de 2009,condecorada la semana pasada en la embajada de Francia con la insignia de Caballero de la Legión de honor.
Las imágenes que se muestran aquí fueron tomadas en los 70 en su“Amada Irlanda”