Una de las fotógrafas de guerra más importantes de la segunda mitad del siglo XX
Desde niña, siempre había pensado que sería escritora, hasta que llego a los 23 años y descubrió su otra vocación. Esto ocurrió en El Chad, adonde había llegado con su hermano Eric desde París, alejándose del dolor que le había causado la muerte de su padre. Presenció el ataque de los rebeldes “tubus” a los helicópteros franceses. Tras esto, los hermanos fueron acusados de espías, encerrados en la cárcel y finalmente expulsados del país. En ese momento fue cuando decidió que quería ser corresponsal de guerra, en un intento de dar testimonio a las causas justas y también plasmar los horrores de la guerra. Para ello, necesitaba algo mas que la escritura, y eligió la captación de imágenes, las cuales podían describir mucho mejor lo que se estaba viviendo.
La fotógrafa se considera totalmente autodidacta, no cree en las escuelas ni en la enseñanza de la fotografía. A su juicio, hacen falta tres requisitos fundamentales para ejercer la profesión: valor, ternura y saber mirar.
Tiene una larga trayectoria pero destaca su cobertura fotográfica en Chad, Camboya, Vietnam, Norte de Irlanda , Líbano, Irak y Afganistán.
Premio Faroni 2002
En junio de 2009,condecorada la semana pasada en la embajada de Francia con la insignia de Caballero de la Legión de honor.
Las imágenes que se muestran aquí fueron tomadas en los 70 en su“Amada Irlanda”