Todo comienza con la fotografía que Robert Capa realizó durante su estancia en España en el Frente de Cerro Muriano (Córdoba), en los comienzos de la Guerra Civil mientras que “moría” Federico Borrell García. Desde el momento en que se tomó la instantánea, se ha debatido la veracidad de esta.
Con La Sombra del Iceberg y mediante el trabajo de entre otros, Hugo Doménech, se plantea una serie de razonamientos, que llegan a la conclusión de que nos encontramos ante una puesta en escena preparada con alevosía y premeditación.
A pesar de esto, el biógrafo de Capa, tras una investigación expone una teoría basada en que era probable que hubiese habido un ataque mientras que se estaba tomando la foto, ya que la flexión de los dedos, podía identificarse con un espasmo a la hora de recibir la bala. Si hubiese sido totalmente fingido, la mano estaría totalmente extendida para poder apoyarse en el momento del impacto contra el suelo.
Por otra parte, se puede rebatir esto, teniendo en cuenta que el miliciano sale de perfil, poniendo al fotógrafo en una posición de peligro.
No se sabe con exactitud la cantidad de razonamientos y estudios que se han podido hacer sobre esta foto, pero lo cierto y verdad es que, para llegar una conclusión u otra, ha dado que hablar.
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